Barrio
Descubre el barrio del Odéon
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Descubre el barrio del Odéon
A dos pasos del hotel, el Odeón ofrece el marco ideal para descubrir el alma de París. Cerca de la Montaña Sainte-Geneviève y de Saint-Germain-des-Prés, el barrio destaca por su juventud y su animación, y ofrece tanto vida intelectual como relajación. Bares, restaurantes, cafés concierto, cines, teatros... el cruce del Odéon, donde convergen tantas actividades, está dominado por la estatua de Danton.
El Cour du Commerce-Saint-André se abre al cruce. Este pasaje de pavimento irregular alberga restos de las murallas de Philippe-Auguste y, entre tiendas y restaurantes erizados de rótulos anticuados, el Procope. Abierto en 1686, se dice que es el café más antiguo de París, donde se reunían intelectuales como La Fontaine, Voltaire, los enciclopedistas Rousseau y Beaumarchais, así como Marat, Danton, Robespierre y Bonaparte durante la Revolución, y más tarde Musset, George Sand y Verlaine, entre otros.
Al otro lado del hotel, la Place de l'Odéon se creó en 1779 en los terrenos del Hôtel de Condé. Sus casas, de fachadas sobrias y refinadas, adornan la plaza semicircular. En el número 1 se encontraba el Café Voltaire (de 1779 a 1956), donde se reunían numerosos escritores. Delacroix, Musset, Vallès, Verlaine, Mallarmé, Rodin, Gide, Valéry y muchos otros eran asiduos.
La estrella de la plaza es, por supuesto, su teatro. Construido por orden del Rey en 1782 para los Comédiens-Français, este nuevo escenario, construido en el estilo antiguo de la época, recibió el nombre de Théâtre-Français. María Antonieta lo inauguró el 9 de abril de 1782. En él se estrenaron Las bodas de Fígaro de Beaumarchais (1784) y las primeras representaciones de Shakespeare en lengua inglesa en el continente (1827).
Con el paso de los años, se ha convertido en el teatro monumental más antiguo de Europa que sigue funcionando en sus locales originales. Lugar de tradición, el Odeón nunca ha perdido el contacto con la creación contemporánea. En los años 60, Barrault creó o produjo obras de Beckett y Genet. En 1983, bajo el impulso de Giorgio Strehler, el Odeón se convirtió en el Théâtre de l'Europe. Hoy lo dirige Stéphane Braunschweig, que ha reafirmado su ambición de ser un centro de producción emblemático y un teatro de arte y ensayo, tal y como se practica en todo el continente, para todos los públicos.